La Religión
Desde que la humanidad tuvo tiempo libre nació el ocio, con
el ocio vino la contemplación de la naturaleza y con la contemplación de la
naturaleza inevitablemente llegaron las grandes preguntas universales: ¿Cuál
fue el origen de todo? Y ¿Por qué o para qué estamos aquí? ¿Qué hacemos con la
existencia? Al no tener una respuesta precisa el ser humano se sintió vacío y
para llenar ese vacío creó las religiones(o a los dioses). En su parte más
constructiva las religiones son cosmovisiones del mundo, elementos de identidad
cultural y convenciones éticas y morales cuyo propósito original es tratar de
convivir mejor. Pero el miedo a lo desconocido o a lo diferente que
el ser humano suele tener, trajo el lado más oscuro de las religiones: los
dogmas y la intolerancia. La historia de la humanidad, está llena de crímenes y
guerras que se desataron a partir de los dogmas religiosos. Hasta la fecha la
religión no se ha sacudido ese estigma de sangre, y las funciones de
cosmovisión, de identidad cultural y de normar el comportamiento han sido
substituidas por la ciencia, el concepto de Estado-nación y por la ley.
Actualmente es más “cool” ser ateo y la gente religiosa es vista como arcaica y
alienada –la religión es el opio de los pueblos, dijo Marx- La ciencia, los Estados y las leyes también
tienen sus dogmas, las guerras y los crímenes siguen aunque ahora se
cometan nombre de la libertad y de la democracia, así le llaman ahora al
Dios dinero; las preguntas universales
siguen sin respuestas y las mujeres y los hombres seguimos sintiéndonos vacíos, o
llenos de preguntas. Mientras las dudas sigan y no exista una religión
que nos convenza, este mes en Desencuentros escribimos sobre la fe, las
creencias, ritos y todo aquello que tiene que ver con expresiones humanas y en ningún
momento divinas.