Hablemos de nosotros:
Desencuentros comenzó como aquellas
ideas que surgen en las azoteas de edificios viejos, entre amigos y
charlas irrelevantes donde cada uno de los participantes se arrebataba la
palabra para ensanchar el ego, está de más decir, o mejor si decirlo, que los
amigos éramos dos y que en un principio Desencuentros fue el cauce
natural y sencillo para detonar nuestras planes inmediatos: escribir y
publicar, darle disciplina a la creatividad, someter nuestros textos a la
opinión de los demás y ensayar una especie de taller virtual donde aquello que
íbamos narrando mejorara a fuerza de enmendar errores y pulir aciertos. Aquello
era por supuesto, una tarea de ratos libres y en tiempos no definidos, creativo
pues, respetando la vida del burócrata que ambos llevábamos. Funcionó a medias,
eso de crear un blog con una identidad propia y con un tema específico por mes
por pura inercia nos colocó en el terreno de las ideas novedosas y si, al
paso del tiempo se constató lo que pensamos en la azotea: todos tenemos algo
que contar, basta que exista un canal que los aliente y que respete eso que
quieren transmitir. Tras 5 o ¿son 6? años interrumpidos y con los altibajos
propios de los baches creativos, los periodos vacacionales, las disputas
amistosas, las preocupaciones de los asalariados y el tiempo que se nos va;
retomamos Desencuentros bajo las mismas premisas pero con la esperanza de que
funcione a completas. Este mes no tendremos un tema específico, recibiremos y
publicaremos los textos que quieran compartirnos. Colaboren con nosotros.
Atentamente el H. Consejo Editorial
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