Léase en horario de oficina
Yo le soy fiel al proyecto, el
Licenciado ya me dijo que cuenta conmigo y que pasando estos tiempos tan
difíciles en la actual administración yo seré el próximo director. Está de más
decir que un hombre de mi sapiencia, aptitudes y capacidades no sólo se merece
el puesto, sino que es el heredero natural de las dotes y talentos del
Licenciado. No es soberbia, es la realidad, nadie como yo le ha apostado a
redefinir y evolucionar el tan sobado concepto de burócrata que todos
menosprecian, siempre llego temprano, siempre preparo el café, siempre he
mantenido una actitud proactiva y nunca me he quejado de los maltratos ni de
los ascensos que no me consideraron. Jamás he faltado, ni por enfermedad, ni
por vacaciones y soy el único necio que ha venido a laborar en días festivos, jamás
me muevo de mi escritorio y nunca doy mi opinión particular sobre las
problemáticas de la oficina. Soy en resumidas cuentas un colaborador ejemplar.
-Ya oíste que el Zamora anda diciéndole
a todo mundo que en Julio lo hacen director.
-Escuche el rumor pero la verdad
no creo que se haga realidad, el tipo es constante y nunca falta, pero es el
típico oficinista pendejo que no aporta nada y siempre viene.
- Sus aspiraciones son reales, el
Licenciado me ha confiado que si todos tuviéramos su dedicación y fuéramos
igual de fieles a la causa ya habríamos conseguido al menos una Secretaría,
aunque también me dijo que a Zamora habría que quitarle lo pendejo y lo incompetente.
-Esa es la cosa que a Zamora no
se le crítica la constancia, se le crítica lo… su falta de preparación,
pretender ser director con sólo la preparatoria terminada francamente es
ridículo.
Y ya me dijo el Licenciado que
mañana quiere hablar conmigo, se viene la buena, lo presiento, de aquí en
adelante a mejorar la gestión y desarrollar los nuevos caminos de la administración,
o algo así puede ser mi discurso de aceptación.
-Licenciado buenos días.
-Pásele Zamora tome asiento, como
bien sabe han sido épocas difíciles en esta administración, no quiero engañarle
ni tirarle un discurso, las cosas no han mejorado, al contrario yo diría que
han empeorado para nosotros, hemos intentado buscarle un espacio de acuerdo a
sus aspiraciones y sueldo actual, sin embargo debo serle sincero, tengo que dejarlo ir y
prescindir de sus valiosos servicios, es una pena para mi ya que es usted uno
de mis colaboradores más antiguos y más responsables, pero no le digo mentiras,
nos recortaron el presupuesto, más de la mitad con relación al año pasado, no
podemos continuar así, sin embargo Zamora no crea que olvido sus servicios y
compromiso para conmigo, reciba usted este dinero, no me los desprecie, sé que es poco comparado con el tiempo que
estuvo aquí, pero permítame este gesto, es para mi una obligación dárselo, de
verdad, se lo estoy dando de mi propio bolsillo, véalo así, no es una limosna
es, cómo decirlo, un pago por su fidelidad de tantos años.
Raziel Jacobo Correa Alvarado
México D.F. 2012
Raziel Jacobo Correa Alvarado
México D.F. 2012
como? eso donde pasa?
ResponderEliminarEn ningún lado, es pura ficción. Un cuento fantasioso
Eliminar