El tiempo, ese gran aniquilador de acuerdos, el tiempo ese pequeño universo para alojar instantes cuando de instantes se concibe así mismo. Entrada la buena noche me hice una promesa. No buscarte más en mis silencios, no pensarte en mis recuerdos, no atender a tus llamados, no acudir a la somnolencia, no quedar con hambre para el atracón. Antes de que termine el día deseo llamarte y contarte mi sentir; lo hago pero no contestas, abro el refrigerador para darme un atracón, lo hago sin remordimiento. Como insecto que busca la luz enciendo la caja tonta. Mi índice juega sobre el control que brinca canal tras canal, me sumerjo en su hastíos y abruptos que aniquilan mis ideas. Deseo aniquilarme he roto con mi convicción .Que la oscuridad acuda a mí para perderme en ella, para no saber de mí.
Guillermo Castillo Miranda
Villa de Canalejas, Edomex. Julio 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario