lunes, 12 de noviembre de 2012

Relato del embarazo inminente

Nuestro amigo N consumía drogas y alcohol en exceso. En alguna revista leyó que el abuso de dichas sustancias causaba el aletargamiento del esperma y por consiguiente esterilidad. Por eso N, consciente de lo grave de su adicción, asumió que su esperma era inservible ya y por lo tanto él era estéril. Decía que la prueba más contundente de ello era que su novia C. nunca se había embarazado en aproximadamente un año de relación a pesar de que no usaban condón. 
-¿Pero llevan la cuenta? 
-No. 
- ¿Pero se te para? 
- Sí 
-¿Pero te vienes adentro?- preguntábamos con curiosidad. 
-Ya llevo varios meses haciendo la prueba y nada pasa- se jactaba. 
-¿Y si alguna vez quieres tener hijos cómo le vas a hacer? 
- Ni quiero, está más chido ser estéril para coger sin preocuparse. 

Le dimos la razón en éste último silogismo, y también le otorgamos el beneficio de la duda respecto a su esterilidad, porque efectivamente, nunca habíamos visto a su novia embarazada. 

Al poco tiempo N dejó a C por una muchachita mucho menor que él, a quien convenció de su esterilidad. La chiquilla quedó embarazada al mes que inició su relación. 

La verdad fue que C sí se había embarazado una vez, pero decidió que no era conveniente tener un hijo de un tipo tan desobligado y adicto como nuestro amigo, así que se deshizo del embrión a los dos meses de gestación y desde entonces había utilizado píldoras anticonceptivas. No encontró una buena razón para comentarle tales acontecimientos a nuestro amigo, a quien por otro lado tampoco se le ocurrió preguntar y prefirió imaginar que la esterilidad era otra de las muchas ventajas que en ese entonces le atribuía a las drogas y al alcohol.


Romeo Valentín Arellanes
Noviembre de 2012, Estado de México.


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