-Me enseñaron a ser niña buena, no sabes que tan mal suena eso ahora que cumplí treinta. Mientras mis amigas cogían con tipos guapos en la escuela, en plenos salones vacíos de la universidad, yo salía corriendo de ahí y llegaba temprano a mi casa para poder masturbarme en todos los lugares posibles. Sí, una chica buena y reprimida, callada. Me sellaron con una impronta de autocrítica tan firme que ya no es necesaria mi madre, suficiente tengo con mis pensamientos al juzgarme cada vez que miro a una pareja caminar por la calle y puedo imaginar sus caras de placer al hacer el amor; para ser sincera no es tan complicado, lo mas duro es pensar que soy la única loca y sucia que piensa eso y a parte de todo se masturba todo el tiempo, si te contara de cada lugar y manera de hacerlo, ademas de siempre tener un orgasmo digno del mejor sexo. Estoy segura que todo el mundo lo piensa y lo hace, pero nadie se preocupa por callar sus pensamientos como yo, qué tonta me parezco ahora que a los treinta sigo pensando que alguien puede entrar a mis pensamientos y castigarme por eso. Aunque pensándolo bien, deberían de darme un premio por escribir un libro de consejos con todas las recomendaciones para lograr satisfacción total en cualquier lugar a una sola mano.
¡En fin! Olvida lo que te dije, no quiero que pienses que soy una loca ¿Te imaginas, loca y sola? (risa nerviosa) ¡Jamás! Digo, nunca más. Gracias por escucharme, ahora que estamos más relajados podemos empezar, por cierto olvidaba decirte: me gusta por atrás.
¡En fin! Olvida lo que te dije, no quiero que pienses que soy una loca ¿Te imaginas, loca y sola? (risa nerviosa) ¡Jamás! Digo, nunca más. Gracias por escucharme, ahora que estamos más relajados podemos empezar, por cierto olvidaba decirte: me gusta por atrás.
TL
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